todo pasa por algo

todo pasa por algo

Tenía varias cosas escritas sobre este tema; unas sobre el COVID19, otras sobre las profesiones, otras sobre relaciones y amistades… No sabía que estaríais esperando que escribiera porque este tema da para muchísimo, así que he recopilado algunas cosas y otras las dejo para un continuará, o algo tipo saga como “todo pasa por algo 2”.
 
Y bueno, aquí me encuentro otra vez, pensando y dándole vueltas a la misma frase que me lleva de cabeza este año 2020: “Todo pasa por algo”.
 
¿Es cierto que todas las cosas que vivimos están predestinadas a pasarnos? ¿Es cierto que este virus que nos acecha día tras día, va a cambiar nuestra manera de ver la vida y las relaciones? ¿Es cierto que cuando alguien entra en nuestras vidas viene a enseñarnos algo? ¿Podemos elegir cómo vivir todo lo que nos pasa? O por el contrario: ¿Estamos destinadxs a vivir lo que nos pasa tal cual lo sentimos, aunque se sienta como un nudo en el pecho y en la garganta constante?
 
Pues realmente no sé qué teoría sería la correcta. No sé si la verdad es que sí, que todo nos pasa por algo. Dicen que cuando se cierra una puerta, se abre una ventana. Dicen que cada persona que entra en nuestra vida nos da una lección. Dicen que cuando perdemos un trabajo, es porque no era el trabajo de nuestra vida y encontraremos uno mejor. Dicen que cuando muere un ser querido, es porque era su hora, porque aquí ya no era feliz y necesitaba marchar.
 
¿Nos estamos engañando para sentirnos mejor con nosotrxs mismxs? ¿O estamos realmente segurxs de que todo esto son lecciones que nos están enseñando a vivir?
 
Me encantaría tener la respuesta certera de todo esto, pero la realidad es que tengo mi punto de vista y cada unx tendrá el suyo. Eso debería ser suficiente. (Debería). Yo personalmente creo que sí, que todo pasa por algo. Inevitablemente me viene a la mente el destino, conocido como “la fuerza sobrenatural que actúa sobre los seres humanos y los sucesos que éstos enfrentan a lo largo de su vida. El destino sería una sucesión inevitable de acontecimientos de la que ninguna persona puede escapar.” Ésta es la definición de destino que se encuentra en Google, cuando buscas “definición de destino”.  ¿Sería esto el “todo pasa por algo” y ese «algo» es el destino
 
Esta definición me parece MUY FUERTE, porque significaría que todas las decisiones que tomamos están pautadas, no habría opción a elegir ni margen de error, porque el error que se comete es el que se ha de cometer según ese “algo”, según el destino. Pensadlo. ¿Ahora estáis leyéndome porque teníais que leer algo sobre el destino? ¿Hay alguna situación que os molesta, que os disgusta y que no entendáis por qué os pasa? La que os venga a la mente que os provoque deciros algo parecido a: “otra vez me pasa esto, siempre estoy igual” o “por qué a mí, ahora, con lo bien que estaba” (a parte del COVID19 y su confinamiento, del que hablaré en otra de mis notas).

[Hago un inciso para deciros que me encantaría que de alguna forma me dijerais si sí, o si no, ya sea dejando un comentario abajo, por mensaje de Instagram, vía e-mail o por WhatsApp, los que me tengáis. Aunque no me queráis contar qué es, sólo saber cuántos sí y cuántos no (y si me lo contáis bienvenido sea), sigo:]

Yo no creo plenamente en el destino como aquí se describe, lo cual es completamente contradictorio con la afirmación de que sí creo que todo pasa por algo. Intentaré razonarlo lo mejor posible.
 
Cuando hay circunstancias en la vida que se nos presentan como difíciles, de cambio o extrañas e incómodas, creo que nos tienen que pasar para crecer y saber afrontar cosas que todavía no sabemos afrontar. Forman parte de nuestro “destino”, PERO no creo que esas cosas como tal estén definidas o escritas, creo que se van sucediendo según nuestra evolución personal, según lo que emocionalmente necesitamos aprender y va pasando a medida que vamos decidiendo lo que queremos en cada momento, porque siempre tenemos la opción de escoger un camino u otro; nuestra intuición es la que nos lleva a vivir una cosa u otra, no el destino.
 
Pero también hay otros factores que se escapan de nuestra elección y que nos involucran a todxs, como por ejemplo la situación actual. Eso, sí que diría que es cosa del destino, de esa fuerza sobrenatural que no podemos controlar. Creo que hay veces que el universo trata de decirnos algo y ése algo pueden ser muchas cosas diferentes, a las cuales durante mucho tiempo hemos hecho caso omiso y al final, han de presentarse como algo superior, algo que nos obligue a parar y pensar.
 
Estoy segura de que todos y todas, estamos pensando constantemente en que esta situación es MUY fuerte. El tener que quedarnos obligatoriamente en casa, es algo que nunca hubiéramos imaginado que nos tocaría vivir. Al menos yo, cuando imaginaba los tiempos de guerra en los que nuestrxs abuelxs y bisabuelxs, tenían que quedarse en casa, escondidxs, por miedo a poner un pie en la calle, nunca hubiera imaginado que viviríamos algo parecido, ni de lejos.
 
Ahora, no voy a juzgar si la situación actual es mejor o peor que una guerra, pero lo que sí voy a afirmar es que: ES MUY JODIDO. Porque por mucho que queramos, no lo podemos controlar, no lo vemos, no sabemos si somos portadores de este mal, o si simplemente lo hemos pasado ya, y somos inmunes sin siquiera enterarnos o, por el contrario, si nos contagiaremos mañana después de hacer la cola previa a entrar al super para hacer la compra semanal, a metro y medio de la persona que está delante de nosotrxs en nuestra misma situación. Lo que yo he estado viendo estos días de desescalada, es que mucha gente no ha aprendido nada. Hay mucha gente inconsciente que sale sin protección y sin distancia mínima, sin pensar en la cantidad de personas que han muerto y sin pensar en el sacrificio que están haciendo los sanitarios de TODO EL MUNDO.
 
Dicho esto, me planteo: ¿Por qué se ha dado?¿Tenemos que tomarnos esto como una oportunidad para cambiar nuestras vidas y hacer limpieza de todo aquello que ya no nos aporta, de todo aquello que no está ahí o que está ahí pero no queremos o no necesitamos?¿Esta crisis va a suponernos un camino hacia nuevas oportunidades que nunca hubiéramos imaginado tener?¿Cómo vamos a tener que plantearnos nuestras vidas y nuestros objetivos a partir de ahora?
 
Os dejo estas preguntas abiertas para que, si queréis, le deis vueltas.

P.D.1: Como he dicho en medio de la note, me gusta tener feedback, contrastar opiniones y reflexiones sobre lo que voy planteando con todxs lxs que queráis aportar vuestro punto de vista, de forma anónima o no, sobre cualquier cosa. Así que, FEEL FREE en contarme qué pregunta os inquieta más y si os gustaría que escribiera más sobre algo en concreto.

P.D.2: El siguiente post EXPECTATIVAS.

todo pasa por algo

Tenía varias cosas escritas sobre este tema; unas sobre el COVID19, otras sobre las profesiones, otras sobre relaciones y amistades… No sabía que estaríais esperando que escribiera porque este tema da para muchísimo, así que he recopilado algunas cosas y otras las dejo para un continuará, o algo tipo saga como “todo pasa por algo 2”.
Y bueno, aquí me encuentro otra vez, pensando y dándole vueltas a la misma frase que me lleva de cabeza este año 2020: “Todo pasa por algo”.
¿Es cierto que todas las cosas que vivimos están predestinadas a pasarnos? ¿Es cierto que este virus que nos acecha día tras día, va a cambiar nuestra manera de ver la vida y las relaciones? ¿Es cierto que cuando alguien entra en nuestras vidas viene a enseñarnos algo? ¿Podemos elegir cómo vivir todo lo que nos pasa? O por el contrario: ¿Estamos destinadxs a vivir lo que nos pasa tal cual lo sentimos, aunque se sienta como un nudo en el pecho y en la garganta constante?
Pues realmente no sé qué teoría sería la correcta. No sé si la verdad es que sí, que todo nos pasa por algo. Dicen que cuando se cierra una puerta, se abre una ventana. Dicen que cada persona que entra en nuestra vida nos da una lección. Dicen que cuando perdemos un trabajo, es porque no era el trabajo de nuestra vida y encontraremos uno mejor. Dicen que cuando muere un ser querido, es porque era su hora, porque aquí ya no era feliz y necesitaba marchar.
¿Nos estamos engañando para sentirnos mejor con nosotrxs mismxs? ¿O estamos realmente segurxs de que todo esto son lecciones que nos están enseñando a vivir?
Me encantaría tener la respuesta certera de todo esto, pero la realidad es que tengo mi punto de vista y cada unx tendrá el suyo. Eso debería ser suficiente. (Debería). Yo personalmente creo que sí, que todo pasa por algo. Inevitablemente me viene a la mente el destino, conocido como “la fuerza sobrenatural que actúa sobre los seres humanos y los sucesos que éstos enfrentan a lo largo de su vida. El destino sería una sucesión inevitable de acontecimientos de la que ninguna persona puede escapar.” Ésta es la definición de destino que se encuentra en Google, cuando buscas “definición de destino”.
 ¿Sería esto el “todo pasa por algo” y ese «algo» es el destino?
Esta definición me parece MUY FUERTE, porque significaría que todas las decisiones que tomamos están pautadas, no habría opción a elegir ni margen de error, porque el error que se comete es el que se ha de cometer según ese “algo”, según el destino. Pensadlo. ¿Ahora estáis leyéndome porque teníais que leer algo sobre el destino? ¿Hay alguna situación que os molesta, que os disgusta y que no entendáis por qué os pasa? La que os venga a la mente que os provoque deciros algo parecido a: “otra vez me pasa esto, siempre estoy igual” o “por qué a mí, ahora, con lo bien que estaba” (a parte del COVID19 y su confinamiento, del que hablaré en otra de mis notas).

[Hago un inciso para deciros que me encantaría que de alguna forma me dijerais si sí, o si no, ya sea dejando un comentario abajo, por mensaje de Instagram, vía e-mail o por WhatsApp, los que me tengáis. Aunque no me queráis contar qué es, sólo saber cuántos sí y cuántos no (y si me lo contáis bienvenido sea), sigo:]

Yo no creo plenamente en el destino como aquí se describe, lo cual es completamente contradictorio con la afirmación de que sí creo que todo pasa por algo. Intentaré razonarlo lo mejor posible.
Cuando hay circunstancias en la vida que se nos presentan como difíciles, de cambio o extrañas e incómodas, creo que nos tienen que pasar para crecer y saber afrontar cosas que todavía no sabemos afrontar. Forman parte de nuestro “destino”, PERO no creo que esas cosas como tal estén definidas o escritas, creo que se van sucediendo según nuestra evolución personal, según lo que emocionalmente necesitamos aprender y va pasando a medida que vamos decidiendo lo que queremos en cada momento, porque siempre tenemos la opción de escoger un camino u otro; nuestra intuición es la que nos lleva a vivir una cosa u otra, no el destino.
Pero también hay otros factores que se escapan de nuestra elección y que nos involucran a todxs, como por ejemplo la situación actual. Eso, sí que diría que es cosa del destino, de esa fuerza sobrenatural que no podemos controlar. Creo que hay veces que el universo trata de decirnos algo y ése algo pueden ser muchas cosas diferentes, a las cuales durante mucho tiempo hemos hecho caso omiso y al final, han de presentarse como algo superior, algo que nos obligue a parar y pensar.
Estoy segura de que todos y todas, estamos pensando constantemente en que esta situación es MUY fuerte. El tener que quedarnos obligatoriamente en casa, es algo que nunca hubiéramos imaginado que nos tocaría vivir. Al menos yo, cuando imaginaba los tiempos de guerra en los que nuestrxs abuelxs y bisabuelxs, tenían que quedarse en casa, escondidxs, por miedo a poner un pie en la calle, nunca hubiera imaginado que viviríamos algo parecido, ni de lejos.
Ahora, no voy a juzgar si la situación actual es mejor o peor que una guerra, pero lo que sí voy a afirmar es que: ES MUY JODIDO. Porque por mucho que queramos, no lo podemos controlar, no lo vemos, no sabemos si somos portadores de este mal, o si simplemente lo hemos pasado ya, y somos inmunes sin siquiera enterarnos o, por el contrario, si nos contagiaremos mañana después de hacer la cola previa a entrar al super para hacer la compra semanal, a metro y medio de la persona que está delante de nosotrxs en nuestra misma situación. Lo que yo he estado viendo estos días de desescalada, es que mucha gente no ha aprendido nada. Hay mucha gente inconsciente que sale sin protección y sin distancia mínima, sin pensar en la cantidad de personas que han muerto y sin pensar en el sacrificio que están haciendo los sanitarios de TODO EL MUNDO.
Dicho esto, me planteo: ¿Por qué se ha dado?¿Tenemos que tomarnos esto como una oportunidad para cambiar nuestras vidas y hacer limpieza de todo aquello que ya no nos aporta, de todo aquello que no está ahí o que está ahí pero no queremos o no necesitamos?¿Esta crisis va a suponernos un camino hacia nuevas oportunidades que nunca hubiéramos imaginado tener?¿Cómo vamos a tener que plantearnos nuestras vidas y nuestros objetivos a partir de ahora?
Os dejo estas preguntas abiertas para que si queréis, le deis vueltas.

P.D.1: Como he dicho en medio de la note, me gusta tener feedback, contrastar opiniones y reflexiones sobre lo que voy planteando con todxs lxs que queráis aportar vuestro punto de vista, de forma anónima o no, sobre cualquier cosa. Así que, FEEL FREE en contarme qué pregunta os inquieta más y si os gustaría que escribiera más sobre algo en concreto.

P.D.2: El siguiente post EXPECTATIVAS.

No Comments

Sorry, the comment form is closed at this time.