• Save

¿te ocupas?

¿te ocupas?

Presión en el pecho. Falta de aire. Inquietud. Respiración rápida, corta, continuada. ¿Qué me pasa? Cosquilleo interno. Incomodidad. Hace un tiempo no sabía qué eran todas estas sensaciones juntas. Ahora sí. Es ansiedad. Ansiedad por algo que he leído, escuchado o visto, que me ha revivido alguna situación que no he sanado, pero sin darme cuenta exactamente de qué me ha recordado y qué me ha pasado realmente para sentirme así.
 
¿Qué hago para quitarme esta sensación? Primero de todo, he aprendido que no debo tener el ansia (valga la redundancia) de querer que esta incomodidad se vaya. Está intentando decirme algo, voy a escucharme. No es fácil. Por suerte, cuando estoy tranquila, me “pre-ocupo” de mis sentimientos y mis emociones, de lo que puede venir. Porque no va a ser la primera vez que me pase esto y no va a dejar de pasar nunca. Siempre habrá inputs, situaciones que me lleven a sentirme así, lo único que cambiará será el motivo y cambiará porque ya me habré ocupado, en el momento en que esté pasando, de sanarlo.
 
No sabía cómo hacer todo esto, de hecho, estoy aprendiendo gracias a esa pre-ocupación de la que he hablado antes. Me gusta mucho buscar frases y textos inspiradores con los que me siento identificada y que no sé cómo lo hacen, pero describen perfectamente y exactamente TODO lo que estoy sintiendo o me está pasando. Y así, llegué a darme cuenta de que podía aprender a gestionar toda esa incomodidad.
 
Navegando por IG, un día me encontré leyendo uno de los stories de Noemí Seva, en el que compartió el post de otra cuenta, que definía la vulnerabilidad: “erróneamente percibida como signo de debilidad, es el arte de mostrarse tal como somos, siendo así la fortaleza más grande de todas”. Unos días más tarde, vi un post sobre cómo reconocer la belleza de nuestra vulnerabilidad. Sencillamente, a partir de ese momento no dejé de seguir su cuenta y ver todos los post y los stories que iba subiendo, porque me hacían sentir tranquila y en paz, al ver que no soy la única que se llega a sentir de ese modo, que todo es normal y válido y se puede gestionar.
  • Save
Hasta que vi que el 25 de abril, en medio de todo este caos, ella se había lanzado a impartir su primer taller online sobre Autoestima Consciente. No pensaba yo que tuviera problemas de autoestima, tal y como los conocemos de manera general, pero leí un poco el programa que describía las cosas con las que nos teníamos que sentir identificadas para hacerlo, y decidí apuntarme.
 
¿Cuántos de vosotros y vosotras acabáis de pensar en que tenéis la “autoestima alta” relacionándolo directamente con el hecho de que aceptáis vuestro físico y os gustáis tal y como sois? Bien, la autoestima es muchísimo más que eso, pero tendimos a conformarnos con alcanzar nuestras metas en cuanto al físico solamente, para sentir que tenemos la “autoestima alta”. Pero la realidad es muy distinta. Gracias a Noe y su taller me di cuenta de cuánto me faltaba por quererme y cuidarme. Había dejado de hacerlo y no me gusta nada.
 
Muchas cosas que hablamos en el taller ya las había oído y leído antes, o ya las aplicaba antes de entrar en este proceso de cambio en el que me encuentro, pero muchas otras las descubrí allí, un sábado cualquiera frente a una pantalla con 10 personas más, que no conocía de nada y que tenían preocupaciones igual que yo.
 
Descubrí que no tienes la autoestima alta en el momento en que permites que pensamientos que te disgustan invadan tu mente y te paralicen. No tienes la autoestima alta en el momento en que sabes que estás necesitando tener un momento a solas contigo mismo o misma y te fuerzas a compartirlo con otro alguien, por el motivo que sea, y lo haces de manera “obligada” por esa persona. No tienes la autoestima alta en el momento en que estás eligiendo complacer a otra persona, en lugar de complacer tus necesidades. No tienes la autoestima alta en el momento en que haces caso omiso a esa incomodidad de la que os he hablado al principio, porque sabéis que si os distraéis con otra cosa “se os va a pasar”.
 
Cuando nos hacemos conscientes de que eso no es algo de lo que nos tengamos que distraer, sino algo de lo que nos tenemos que ocupar de entender, entonces y sólo entonces, empezaremos a hacer crecer nuestra autoestima. Nos empezaremos a demostrar que nos queremos y poco a poco iremos descubriendo que nos queremos mucho más de lo que nadie nos va a querer nunca, porque sólo nosotras y nosotros nos haremos felices al escucharnos.
 
Gracias a Noe y su taller he empezado a despertar de esta pesadilla en la que me encontraba estos últimos meses, he empezado a descubrir lo que realmente me puede hacer sentir tranquila y he empezado a aprender o re-aprender, a gestionar estas emociones que vienen y van y que tanto nos enseñan.
Así que gracias Noe, porque sé que vas a leer estas palabras. Gracias por enseñarnos que no estamos solxs, que nos tenemos y eso es lo más importante de todo en la vida: tenerse.
Os recomiendo 100% asistir a uno de sus talleres y seguirla por redes en @noemi_seva_coach si tenéis o habéis tenido sensaciones como las que he descrito al principio y no sabéis por qué, ni cómo gestionarlo.

*AHORA SÍ QUE SÍ, el próximo post trata sobre la mítica frase “Todo pasa por algo”.

¿te ocupas?

Presión en el pecho. Falta de aire. Inquietud. Respiración rápida, corta, continuada. ¿Qué me pasa? Cosquilleo interno. Incomodidad. Hace un tiempo no sabía qué eran todas estas sensaciones juntas. Ahora sí. Es ansiedad. Ansiedad por algo que he leído, escuchado o visto, que me ha revivido alguna situación que no he sanado, pero sin darme cuenta exactamente de qué me ha recordado y qué me ha pasado realmente para sentirme así.
 
¿Qué hago para quitarme esta sensación? Primero de todo, he aprendido que no debo tener el ansia (valga la redundancia) de querer que esta incomodidad se vaya. Está intentando decirme algo, voy a escucharme. No es fácil. Por suerte, cuando estoy tranquila, me “pre-ocupo” de mis sentimientos y mis emociones, de lo que puede venir. Porque no va a ser la primera vez que me pase esto y no va a dejar de pasar nunca. Siempre habrá inputs, situaciones que me lleven a sentirme así, lo único que cambiará será el motivo y cambiará porque ya me habré ocupado, en el momento en que esté pasando, de sanarlo.
 
No sabía cómo hacer todo esto, de hecho, estoy aprendiendo gracias a esa pre-ocupación de la que he hablado antes. Me gusta mucho buscar frases y textos inspiradores con los que me siento identificada y que no sé cómo lo hacen, pero describen perfectamente y exactamente TODO lo que estoy sintiendo o me está pasando. Y así, llegué a darme cuenta de que podía aprender a gestionar toda esa incomodidad.
 
Navegando por IG, un día me encontré leyendo uno de los stories de Noemí Seva, en el que compartió el post de otra cuenta, que definía la vulnerabilidad: “erróneamente percibida como signo de debilidad, es el arte de mostrarse tal como somos, siendo así la fortaleza más grande de todas”. Unos días más tarde, vi un post sobre cómo reconocer la belleza de nuestra vulnerabilidad. Sencillamente, a partir de ese momento no dejé de seguir su cuenta y ver todos los post y los stories que iba subiendo, porque me hacían sentir tranquila y en paz, al ver que no soy la única que se llega a sentir de ese modo, que todo es normal y válido y se puede gestionar.
  • Save
Hasta que vi que el 25 de abril, en medio de todo este caos, ella se había lanzado a impartir su primer taller online sobre Autoestima Consciente. No pensaba yo que tuviera problemas de autoestima, tal y como los conocemos de manera general, pero leí un poco el programa que describía las cosas con las que nos teníamos que sentir identificadas para hacerlo, y decidí apuntarme.
 
¿Cuántos de vosotros y vosotras acabáis de pensar en que tenéis la “autoestima alta” relacionándolo directamente con el hecho de que aceptáis vuestro físico y os gustáis tal y como sois? Bien, la autoestima es muchísimo más que eso, pero tendimos a conformarnos con alcanzar nuestras metas en cuanto al físico solamente, para sentir que tenemos la “autoestima alta”. Pero la realidad es muy distinta. Gracias a Noe y su taller me di cuenta de cuánto me faltaba por quererme y cuidarme. Había dejado de hacerlo y no me gusta nada.
 
Muchas cosas que hablamos en el taller ya las había oído y leído antes, o ya las aplicaba antes de entrar en este proceso de cambio en el que me encuentro, pero muchas otras las descubrí allí, un sábado cualquiera frente a una pantalla con 10 personas más, que no conocía de nada y que tenían preocupaciones igual que yo.
 
Descubrí que no tienes la autoestima alta en el momento en que permites que pensamientos que te disgustan invadan tu mente y te paralicen. No tienes la autoestima alta en el momento en que sabes que estás necesitando tener un momento a solas contigo mismo o misma y te fuerzas a compartirlo con otro alguien, por el motivo que sea, y lo haces de manera “obligada” por esa persona. No tienes la autoestima alta en el momento en que estás eligiendo complacer a otra persona, en lugar de complacer tus necesidades. No tienes la autoestima alta en el momento en que haces caso omiso a esa incomodidad de la que os he hablado al principio, porque sabéis que si os distraéis con otra cosa “se os va a pasar”.
 
Cuando nos hacemos conscientes de que eso no es algo de lo que nos tengamos que distraer, sino algo de lo que nos tenemos que ocupar de entender, entonces y sólo entonces, empezaremos a hacer crecer nuestra autoestima. Nos empezaremos a demostrar que nos queremos y poco a poco iremos descubriendo que nos queremos mucho más de lo que nadie nos va a querer nunca, porque sólo nosotras y nosotros nos haremos felices al escucharnos.
 
Gracias a Noe y su taller he empezado a despertar de esta pesadilla en la que me encontraba estos últimos meses, he empezado a descubrir lo que realmente me puede hacer sentir tranquila y he empezado a aprender o re-aprender, a gestionar estas emociones que vienen y van y que tanto nos enseñan.
Así que gracias Noe, porque sé que vas a leer estas palabras. Gracias por enseñarnos que no estamos solxs, que nos tenemos y eso es lo más importante de todo en la vida: tenerse.
Os recomiendo 100% asistir a uno de sus talleres y seguirla por redes en @noemi_seva_coach si tenéis o habéis tenido sensaciones como las que he descrito al principio y no sabéis por qué, ni cómo gestionarlo.

*AHORA SÍ QUE SÍ, el próximo post trata sobre la mítica frase “Todo pasa por algo”.

No Comments

Sorry, the comment form is closed at this time.

Copy link
Powered by Social Snap